9.9.05

Crónica de la Virgen de la Cinta por Huelva



Un año más como cada 8 de septiembre Huelva se engalanaba y se ponía guapa preparaba para ver volver a ver a su señora de la CInta por las calles de la ciudad. En una Tarde despejada de Nubes y con el sol del atardecer la virgen chiquita salía de la catedral en un precioso palo de plata que brillaba con los rayos de luz y un de la merced pasada las siete de la tarde para abrirse camino y emprender la procesión solemne por las vías onubenses. Un salida muy emotiva donde los onubenses congregados no podían contener sus lágrimas. Con motivo del 150 aniversario de los dones de la Inmaculada. Nuestra patrona se detuvo en su andadura en el monumento a la inmaculada para que su hermandad le ofreciera un ramo de flores en honor a esta especial celebración.

Una vez en este punto La Virgen chiquita realizaba un recorrido culminaría en la catedral de La merced sobre las 9 y media. En este punto la comitiva personalidades de la ciudad depedían con todos los honores a la señora del Conquero. La procesión solemne llegaba a su fin, pero se iniciaba a su vez el traslado de la virgen chiquita por el paseo de la Independencia hacia su santuario.
Muy emotivo fue su paseo por el barrio de las Colonias donde la virgen se detenía constantemente para que sus hijos le rindiera pleitesía y le cantara por fandangos a la reina del Conquero. Ya en medianoche decenas de fieles acompañaban a la virgen en su ascenso por la siempre sorprendente cuesta del humilladero para llegar en altas horas de la madrugada a su santuario del Conquero. Los onubenses la despedían con un sentimiento encontrado, por un lado la tristeza por no tenerla en sus calles hata dentro de un año, y por otro lado la alegría por haberla visto en toda su plenitud un año más.