El nacimiento de una estrella
Ayer presencié el nacimiento de una estrella. Pero no hablo en términos astronómicos, sino que ayer vi el debut de una futura promesa de la canción: mi amiga Eliza. Su voz siempre me había fascinado, ya que es dulce con desgarros naturales de gran belleza y brío musical. Pero ayer proyetó su instrumento musical hasta crear un flamenco peculiar. Ese siempre ha sido su sueño derivarse por el terreno musical y ayer parece que lo cumplió. Desde hace algunos meses, no utiliza sus cuerdas vocales, para interpretar las canciones de su Dios musical, Luis Miguel, sino que ha decidido explorar el fantastico a la par que difícil mundo del flamenco. Pero volvamos a la noche de ayer. la cita era en la Peña femenina flamenca de Huelva, donde Eliza es socia y recibe clases musical de fandango y flamenco. Tras varios meses de ensayos todas las alumnas debían cantar en público. Allí acudí ya que no me podí aperder por nada del mundo esta cita, no sólo porque fuera Eliza la qe cantara, sino porque no podría dejar de escuchar su voz calida. Lla saludé, noté en ella una mirada especial, como si estuviera cumpliendo un sueño. Ella decía que estaba nerviosa y resfriada, lo segundo lo confirmo, pero lo primero no sé que deciros, yo más que nerviosa la notaba llena jubilo e inquieta. Allí me presentó a la Mosqueperra, con quien ya había coincidido en su cumpleaños, y a una compañera de su antiguo colegio. sobre las once de la noche, todas las alumnas subieron al escenario, incluida Eliza y su madre. Comenzaban a sonar las primeras notas de la guitarra española de la institutriz y lasvoces de las niñas comenzaron a inundar el sonido de la decenas de personas que nos habíamso congregados. Yo cámara en mano inmortalizaba el momento. Tras la primera canción, (de cuyo nombre tampoco me acuerdo) era el turno de probar suerte con los solos.
Cantó la primera de las niñas, cantó la segunda (la madre de eliza) y por fin Eliza. se le notaba nerviosa, y según confesó después, era porque debían cantar dos canciones y ella tenía una sola preparada. Pero le tocaba el turno a ella, Su voz dulce y a la vez llena de matices engalanó una canción preciosa. Y el edificio de la peña se empequeñeció. Tras los últimas notas la cara de Eliza cambió, supongo que aliviada...
si quereis leer el resto de la historia tendreis q esperar, jajaja
2 comentarios:
Muchas gracias... Por todo, en serio. Mua
jajajajajaja
pero bueno se nota la amistad entre compañeros por mi caso mis compañeros son unos niños que no comprenden que el amor y la amistad se peden llevar juntos pero bueno... luego ellos entenderan eso...
me despido hasta la proxima entrada
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