19.8.07

Una semana en Laredo 1ª Parte: Cruzando España




Después de toda una noche sin dormir, no me preguntéis porqué, una amiga y yo emprendíamos el camino hacia Laredo a la seis de la mañana. Allí nos encontraríamos con otra amiga. Sobre las siete llegamos a la estación del Ave en Sevilla, tras una gran caminata desde Triana, veíamos como se recogía la gente de una jornada de marcha mientras nosotros arrastrábamos nuestras maletas por media ciudad.

A las 7:30 nos poníamos en marcha dirección Madrid. Tras dos hora y media de viaje que se nos hizo más agradable por la visión de una peli de Banderas, llegamos a nuestro destino, la capital. Nuestro vuelo con dirección Bilbao salía a las una de la tarde desde la T-4.

Mi amiga y yo nos sorprendimos y pudimos comprobar in situ todas las críticas negativas que había suscitado la nueva terminal de Barajas. Para conseguir la tarjeta de embarque es necesario realizarlo desde una máquina parecida a un cajero. Por su puesto, me equivoque en cuanto a lo del equipaje, que puse una en lugar de dos maletas. Pero es que numerosas personas no podías conseguir la tarjeta de embarque debido a problemas con la informática. Mi amiga y yo coincidimos en que aquél sistema no era eficaz sobre todo para las personas mayores y que no se le den bien eso de los ordenadores.

Una vez facturado nos dirigimos a la puerta por la que debíamos acceder. En fin que aquello era una ratonera, porque cuando teníamos q embarcar tardamos en llegar 10 minutos de la zona donde estábamos comiendo a nuestra puerta de acceso al avión.

Sobre las tres de la tarde llegamos a Bilbao, una ciudad que me pareció interesante por su contraste de gran ciudad con sus verdes montañas. Desde allí cogimos un bus que nos trasladaría hasta Laredo.

Sobre las cuatro de la tarde llegamos a nuestro destino. Una localidad que crece en torno a una gran bahía con más de tres kilómetros de playa de arena fina. Aunque no lo creáis en toda la semana no pudimos disfrutar de esa costa debido a la climatología.

Nuestro alojamiento era el Hotel Ramona que tardamos en encontrarlo como media hora. Una vez hallado deshicimos las maletas y salimos a indagar.

Nos dirigimos a una zona que es conocida como la Puebla Vieja. El casco antiguo del municipio que data de la edad media. Nos cautivó aquellas estructuras centenarias. Tras una larga caminata conociendo la zona regresamos al hotel porque debíamos reencontrarnos con nuestra amiga de Puente Genil.


Mañana: Una semana en Laredo 2ª Parte, el embajador chino y la playa laredana

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