París je t'aime. 3º Día: "Los escondrijos del Louvre".

Coincidió que la tercera jornada de mi viaje fue el día de mi cumpleaños. Por la tarde Isor y yo nos dirijimos a la öpera, un fastuso edificio, con tono azulado que m eencantó. Junto a él se encontraba las galerías Laffayet. Para que os hagais un idea es como el ciorte inglés Francés, lo único que sólo existe en la capital yestá dentro de uan ópera, yo no me hice fotos, pero podeis ver uan de ellas en el Blog de Eliza. Y luego la sorpresa.... El Museo del Louvre. Cuando entré en los jardines del museo comenzó a embargarme una sensación muy extraña, como si estuviese a punto de descubrir los grandes secretos de la historia de la humanidad. Me sorprendió lo enorme que es el edificio, pero es natural ya que con anterioridad era un palacio. Antes de entrar vi el Arco que agurda al Louvre que es una copia de la Puerta de Branderburgo, y todos los que habeis cursado periodismo conmigo, sabeis que ese es el monumento que más odio en el mundo, por lo que, el arco parisino lo aborrecí al segundo de verlo. La emoción aumentaba cuando vi la Gran Pirámide. Lo de Gra se queda corto, porque es Grandísima, además, con lo paleto que soy yo pa estas cosas, me sorprendió que la entrada estuviera por una de sus caras. Por dentro un edificio modernísimo, en contraste con el clasicismo de sus interiores. Antes de entrar en sus entrañas, compré una Guía para mi amigo Jose, que es pintor y sé que le haría mucha ilusión. Una vez comprado lo ticket Isor me advirtió q nso ibamso a parar muy poco aver los cuadros, porque para un mortal es imposible ver el museo en un solo dia, así que imaginaos en unas pocas horas que teniamos nosotros. Fue increible la experiencia, vimos la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia, La Venus de Milo, Los pintores italianos.. También vimos la Monsa Lisa, pero realmente no me sorprendio nada, porque es un cuadro mil veces visto y que me conozco casi a la perfección, así que lo vi menos de un minuto. Bueno y seguimos viendo cuadros y sobre todo, restos arqueológicos de Grecia y Egipto. sorprendente todo. Ah!! y la casa de Napoleón, para que os hagais uan idea sólo el dormitorio era la mitad de mi casa. Y bueno, no podía ser de otro modo, ya que Isor y yo nos perdimosen el Louvre. Os cuento. resulta que desembocamos en unos de los patios con escultoras griegas, con lo pies molidos, así que dijimo porque no nos ibamos, pero intenado buscar la sortie (salida en francés), dimos la vuelta más estupida del mundo y volvimos a desembocar en el mismo lado, y claro en lugar de ir por una de las puertas, teníamos que bajar por unas escaleras, en fin que alguna anécdota os tenía que contar. Una ves que salimos de los escondrijos del Louvre, volvimos cansadimos y el sueño se apoderó de nosotros rápidamente.

Próximo capítulo: Paris, je T'aime, 3º día "a lomos del Sena en dirección a la Torre Eiffel.